8 de julio de 2017

Las Tensiones Primarias de Paulo Castro*

Paulo Castro
Foto: Katherine Chacón
El artista venezolano Paulo Castro (Palmira, Colombia, 1974) ha venido desarrollando su lenguaje a partir de un especial uso de la línea y del color como elementos fundamentales para la creación de un espacio plástico de poderosa tensión.
Esta investigación sobre las dinámicas espaciales que se activan en el plano del lienzo —y que por lo tanto son de naturaleza eminentemente pictórica— ha ido de la mano de una indagación sobre  los materiales y de la creación de técnicas que le han permitido ampliar y profundizar la gramática de su propuesta. La persistente experimentación sobre los materiales y sus propiedades de traducir la acción que en ellos ejercen dos fuerzas opuestas, llevó a Castro a utilizar, en etapas tempranas de su trabajo, bandas elásticas y fibras sintéticas para construir las tiras que cruzan la superficie de sus lienzos y que son ya un elemento característico de su obra. En busca de que la tensión plástica se correspondiera con una tensión real, que activara una dinámica también física en sus piezas, el artista introduce en sus trabajos recientes un material elaborado con fibra de vidrio recubierto con plástico que garantiza la persistencia e incluso el reforzamiento de estas tensiones concretas, tan necesarias para la consecución de sus objetivos expresivos.


Este ha sido un logro importante, ya que le ha permitido una total libertad cromática. La fibra de vidrio recubierta de plástico es blanca (al contrario de otras, usadas previamente, que se fabrican con colores estandarizados). A partir del blanco, Castro puede desplegar sin ataduras su inmenso potencial como colorista. Y es que el color es el eje central de su trabajo. Su intención es ofrecer un campo cromático saturado y profundo, susceptible de ser visualmente «excavado», en una especie de «arqueología pictórica». Lo logra superponiendo el lienzo sobre una superficie de madera en la que se ha pintado previamente el esquema cromático que tendrá la tela, creando un fondo que existe pero que no se ve, colmando de esta manera subliminal la percepción que tenemos del color del plano.
El color, así intensificado, se expande en tres dimensiones, ya que su intensidad afecta también el espacio volumétrico. Las superposiciones de líneas de tensión parecen «atajar» estos campos y «amarrarlos» visualmente. Castro deja entrever pequeños resquicios cromáticos entre el tejido que forman las líneas de fuerza, subrayando esta dinámica de la que, al final, emerge un poderoso juego de tensiones, en este caso acentuadas por la fuerza fundamental de los tonos primarios en conjunción con las gamas neutras.


La obra de Paulo Castro, siendo eminentemente abstracta no escapa, como él mismo lo ha señalado, de vínculos con lo psicológico, lo social e incluso lo político. En un mundo que se nos presenta cada vez más convulso e inseguro, acaso estas «tensiones primarias» apunten también a manifestaciones esenciales de un psiquismo global que se debate en innumerables preguntas, acosos, esperanzas, miedos, desplazamientos y esfuerzos.

© Katherine Chacón

* Este texto fue realizado en ocasión de la exposición «Tensiones primarias. Paulo Castro»
 realizada en Imago Art in Action (Coral Gables, Florida, USA), del 6 de abril al 30 de julio de 2017.

2 comentarios:

  1. Hermoso texto teacher te felicito y felicito a mi gran amigo Paulo, un abrazo!!!!!!

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